El trabajo “La (re)construcción del patriarcado en los espacios de prostitución en la España contemporánea: estudio cualitativo sobre el rol de los hombres que demandan prostitución femenina”, de la doctora en Sociología y Antropología Beatriz Ranea Triviño, ha sido premiado por el jurado de la XXIII edición del Premio de Investigación María Isidra de Guzmán.
La entrega del Premio tendrá lugar el 7 de junio de 2021, día laborable más cercano al día 6 de junio que fue la fecha en que María Isidra de Guzmán obtuvo su doctorado en la disciplina de Filosofía y Letras Humanas.
La concejala de Igualdad, Patricia Sánchez, asegura que “el trabajo presentado por Beatriz Ranea Triviño ha destacado por su metodología innovadora, la seriedad y el rigor científico de los planteamientos expuestos por la autora, motivo que ha llevado al jurado a nombrarla ganadora del Premio por unanimidad. Asimismo –añade Sánchez- quiero agradecer a todas las personas que han participado con sus trabajos -13 en total- en esta nueva edición del Premio de Investigación María Isidra de Guzmán”.
El jurado ha estado formado por personas de reconocido prestigio y vinculación académica y/o profesional con el objeto del Premio: Cristina López-Cobo Arroyo, directora general de Igualdad de la Comunidad de Madrid; Adoración Pérez Troya, directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Alcalá; María Vázquez Sellán, subdirectora general de Estudios y Cooperación del Instituto de las Mujeres; e Isabel Tajahuerce Ángel, profesora de la Universidad Complutense de Madrid.
Premio a la investigación en estudios de género
Se trata de una convocatoria que premia la investigación relacionada con los estudios de género desde las distintas disciplinas académicas. Además, “pretende rescatar la memoria de mujeres insignes, cultas y comprometidas que la historia ha invisibilizado”, explica Patricia Sánchez.
La Doctora de Alcalá, María Isidra de Guzmán, que da nombre a la convocatoria de este premio, fue una mujer pionera en su tiempo y cuya trayectoria vital viene a encarnar la consecución de lo que entonces era casi una utopía, estudiar en la Universidad de Alcalá, convirtiéndose, el 6 de junio de 1785, en la primera mujer que se doctoró en España.